Las aguas por Avilés corren turbias desde hace meses. Y no porque estén purgando tuberías, ni porque no funcionen las depuradoras. El intento de cambio de gestión del agua por parte del Ayuntamiento de Avilés está poniendo en pie de guerra a los comunistas y varias asociaciones y sindicatos de la ciudad.
Partido Socialista, Partido Popular, ASIA y los No Adscritos están a favor de la propuesta del PSOE de cambiar la gestión del agua de Avilés hacia una empresa mixta, con un 74% de capital privado y un 26% de capital público. Tan solo Izquierda Unida está en contra de este cambio porque, según ellos, van a subir las tasas del agua.
La Plataforma por la Gestión Pública del Agua, cuya cabeza pensante es IU, y con un exconcejal de esta formación como principal activista en la sombra, han recogido, según ellos, 21.000 firmas a favor de una consulta pública sobre el cambio de gestión. Pero, ¿son dignas estas firmas cuándo se han recogido con argumentos falsos? ¿Son dignas estas firmas cuando lo único que te dicen es "firme para que no suba el agua"?
Desde mi pensamiento que lo público puede y debe ser tan bien gestionado como una entidad privada y que los beneficios que genere deberían ser revertidos a los ciudadanos, en este caso voy a defender una empresa mixta de gestión del agua, por varios motivos.
1. La necesidad de inversión que se necesita en la ciudad para cambiar la red de tuberías de fibrocemento es te 17 millones de euros en los próximos años, algo que el ayuntamiento de Avilés no se puede permitir.
2. La tasa de agua no registrada en Avilés es, actualmente, del 43,78%. Es decir, de todo el agua que se consume en Avilés, solo se factura el 56,22%, el resto son perdidas para el ayuntamiento. Este agua no registrada se refiere a fugas de agua, errores en el padrón, e imprecisiones de los contadores de agua.
3. En España existen 131 minucipios de más de 50.000 habitantes, de los que tan solo 9, tienen un servicio municipal, y además, no se crea ninguna empresa pública desde los años 80. con lo cual, 122 municipios tienen una empresa con algún tipo de participación privada. Es decir, un 92% de las ciudades españolas tienen una sociedad como la que quiere implantar Avilés. Por algo será.
4. La creación de una sociedad pública como la que pretenden crear IU y sus amigos costaría, solo para su creación, 3 millones de euros, algo que es imposible en estos momentos para Avilés, puesto que está enmersa en un plan económico-financiero que le obliga a empatar ingresos y gastos.
Además, el único argumento que utilizan para criticar este cambio de gestión es la subida de las tasas del agua. Pues bien, con esta sociedad que se quiere implantar, para las decisiones más importantes como es la subida del precio del agua, la aprobación de presupuestos o las inversiones, se necesitarían las tres cuartas partes del acionariado, con lo que sin la aprobación del pleno, no se podría llevar a cabo. Es decir, la subida del agua se decidiría igual que ahora, en el pleno, y no lo decidiría la empresa, sino los concejales. Además de que la subida de la tasa del agua no podría ir más alla del IPC.
El último precedente de "privatización" que hubo en Avilés fué el de la limpieza. Que además, tantas críticas tubo en su momento, y tantos elogios está recibiendo ahora por su eficacia. Y por cierto, no subieron las tasas de la limpieza más allá del IPC
Con todo esto, yo lanzo una pregunta. ¿Hay que respetar la decisión de las 21.000 firmas de los ciudadanos y paralizar este proceso, o hay que seguir adelante en contra de la opinión pública por el bien de la ciudadanía y de la economía municipal?
Ya veremos lo que nos deparará el futuro próximo.
Nacho Díaz Cela
